Palabras
Hermosas amigas
Que vienen navegando por siempre
Desde el reino de lo eterno
Atropelladas amigas
Que el viento del entusiasmo
Agolpa a la entrada del puerto de mis ideas:
No amarren aún por favor
Al dictado del intelecto y su faro
Ustedes que por tantos años
Fueron mis compañeras
Y que dieron sentido a los sentimientos
Poniendo su nombre a cada cosa
Aún no tomaré vuestro ropaje
Desnudo quedaré un instante
Vibrando en esta cuerda silenciosa...
¿Cómo recuperaré luego mis vivencias
En su prístina pureza
Después de empaquetarlas y engalanarlas?
¿Cómo volaría la mariposa
Sacándola del libro que la atrapa?
¿Cómo brillaría libre la luz del cielo
Luego de confinarla a incalculable juego de espejos?
No me resigno a que solo quede
La evocación del recuerdo
La melodía dulce y melancólica,
La sonrisa y la lágrima.
Estoy condenado a reiniciar día a día
El viaje de este amor
Para que vuelva a nacer
Con renovada pasión
Para que se reinvente la historia
Con sus besos y caricias
Así como sale el sol:
Igual y distinto cada día.
He de viajar entonces
Por este amor siempre nuevo
y ustedes, palabras, amigas mías
¡Serán mi eterna bitácora!