¿Cuando empezó todo? Bueno, en la época de la adolescencia, cuando uno se enamora fácil, y sabemos que la mayor inspiración proviene de esa "cosita loca llamada amor"
Mi primer antecedente formal fue la participación en un concurso literario intercolegial...
¡Qué época! yo soy el que tiene mucho pelo...no, la chica no: el que está al lado
Esta es la constancia que me dieron para justificar la falta...jeje
El que sigue es el poema con el que participé, ¡toda una reliquia!
El árbol sacudido (1979)
Tembló y escondió sus frutos,
elevó en lo alto imágenes temerosas del pasado.
Se sintió débil, se vio sin hojas.
"sol...sol, gracias por tu luz,
gracias por madurar los colores de mi alma..."
pensó su cuerpo muerto: solo un recuerdo
(solo su recuerdo)
Entonces quiso volver a empezar
enraizando su memoria en la tierra fecunda de otro mundo
(cualquiera menos este)
Llamó a los otoños que desnudaron sus hebras;
a las primaveras que fertilizaron su espera;
clamó por el invierno perpetuo
que endureció su tronco;
pensó en el verano -ardiente, quemante, extraño-
apagándose dentro suyo
sin más que un murmullo casi indiferente y melancólico,
desprendiéndose en hojas ciegas
rojas
secas
flotantes
murientes...
Al fin nada esperaba, todo lo sabía ya
aún antes de nacer.
El arbol sacudido soltó todos los dolores
que lo apresaban a su anhelo de vida permanente,
se elevó sobre las aves
más allá de la hierba y las arenas terrenales,
prendió remolinos en las nubes
y comprendió finalmente que estaba allí,
parado sobre sus raíces,
entonces fue que con maternal amor
desprendió sus frutos a la tierra
y murió.
A Horacio le debo todo lo que sé (poco o mucho) sobre el arte de escribir, es por eso que me dolió mucho cuando se fué de entre nosotros inesperadamente.
Mi primer antecedente formal fue la participación en un concurso literario intercolegial...
¡Qué época! yo soy el que tiene mucho pelo...no, la chica no: el que está al lado
Esta es la constancia que me dieron para justificar la falta...jeje
El que sigue es el poema con el que participé, ¡toda una reliquia!
El árbol sacudido (1979)
Tembló y escondió sus frutos,
elevó en lo alto imágenes temerosas del pasado.
Se sintió débil, se vio sin hojas.
"sol...sol, gracias por tu luz,
gracias por madurar los colores de mi alma..."
pensó su cuerpo muerto: solo un recuerdo
(solo su recuerdo)
Entonces quiso volver a empezar
enraizando su memoria en la tierra fecunda de otro mundo
(cualquiera menos este)
Llamó a los otoños que desnudaron sus hebras;
a las primaveras que fertilizaron su espera;
clamó por el invierno perpetuo
que endureció su tronco;
pensó en el verano -ardiente, quemante, extraño-
apagándose dentro suyo
sin más que un murmullo casi indiferente y melancólico,
desprendiéndose en hojas ciegas
rojas
secas
flotantes
murientes...
Al fin nada esperaba, todo lo sabía ya
aún antes de nacer.
El arbol sacudido soltó todos los dolores
que lo apresaban a su anhelo de vida permanente,
se elevó sobre las aves
más allá de la hierba y las arenas terrenales,
prendió remolinos en las nubes
y comprendió finalmente que estaba allí,
parado sobre sus raíces,
entonces fue que con maternal amor
desprendió sus frutos a la tierra
y murió.
Y como sigue el cuento?
Bueno, tras finalizar mis estudios secundarios, conozco a mi hermano del alma Horacio C. Rossi, poeta extraordinario de la ciudad de Santa Fe, un verdadero sobreviviente de la "generación perdida". Con él compartimos los inicios de la década de los '80, el final de la dictadura y la recuperación de la democracia. El mentor de Horacio fue Gastón Gori (autor de "La Forestal") bajo cuya guía conformaron el grupo de jóvenes literatos "Tupambaé" (y sobrevivieron a los años de plomo de los '70). Seguidamente podemos ver una foto de época de Horacio y un poema de su primer trabajo
Horacio, como excelente alumno que era, repite la experiencia con un grupo de bisoños poetas: Nestor Fenoglio; Roberto Malatesta; Pablo Guastavino y yo. Juntos conformamos el grupo "Mainumbí", dentro del cual nos fogueamos en presentar nuestros poemas leyéndolos y publicándolos, pero sobre todo aprendimos el quehacer literario y el oficio de escritor, tan difícil de delimitar.
A Horacio le debo todo lo que sé (poco o mucho) sobre el arte de escribir, es por eso que me dolió mucho cuando se fué de entre nosotros inesperadamente.
Esta es la portada del cuadernillo de 16 páginas que publiqué en el ámbito de este grupo literario, y fué mi debut en cuanto a publicación.
"...lo que vale es el eco de la luz...
-aprendí de las frondas-"
Horacio C. Rossi, Santa Fe (1953-2008)
Siguen un par de fotos de alguna de las presentaciones de música y poemas, con escritores invitados inclusive...
-aprendí de las frondas-"
Horacio C. Rossi, Santa Fe (1953-2008)
Siguen un par de fotos de alguna de las presentaciones de música y poemas, con escritores invitados inclusive...
Una experiencia buena que tuvimos en 1988 fué la muestra "Demo Arte" organizada por la Secretaría de Cultura de la Legislatura de la Provincia de Santa Fe. Se trabajó intercambiando impresiones con artistas plásticos jóvenes de la ciudad de Santa Fe, y luego se inauguró una muestra en el Hall de la legislatura, además de editar un cuadernillo con las imágenes y textos expuestos.
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| Una crónica del evento (yo soy el primero de la izquierda jaja) |
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Vemos la portada de la publicación |
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| Esta es una mala reprodicción del exelente trabajo de Gabriel Villot, en el cual me inspiré para escribir el poema que sigue a continuación |
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| Este es el otro trabajo |
