jueves, 30 de abril de 2009

Carta abierta



Yo creo que conocer gente es como viajar: cada persona nos muestra un paisaje.
También creo que no hay nada más aburrido que un viaje por un paisaje monótono, es por eso que para disfrutar de esta vida debemos aprender a observar aquellos detalles que diferencian un panorama de otro.
Durante varios años he tenido la oportunidad y el privilegio de conocer a mis compañeros de trabajo, abocándome a la tarea de descubrir los detalles que hacían de su paisaje una panorámica irrepetible: he visto lugares silenciosos; otros cantarinos; algunos secos y otros llenos de verdor; lugares accesibles o alturas intimidantes; y más de una vez un paraje sombrío escondía una fuente de agua fresca. He visto sitios confortables que invitaban a quedarse, mientras otros parecían trenes siempre listos a partir; y por supuesto no falto el que cubriera mi vista con un manto espeso de niebla, protegiendo su intimidad…el respeto es lo primero…
Así es que hoy, ya listo a continuar mi camino en busca de nuevos paisajes, debo agradecerles el regalo que me han dado: el de enriquecer mi vida con tantos detalles diferentes.
De esta manera descubrí que solo en la aceptación de estas diferencias tendremos la chance de comprender el valor de los demás: plurales y diferentes, pero todos mostrando su historia y su paisaje particular.
Valorémoslo aunque a primera vista parezca seco y difícil, después de todo en esta vida nadie nos prometió un jardín de rosas, aunque estemos seguros de que lo más saludable es cultivarlas.
Gracias de nuevo por compartir conmigo este trecho en el camino de la vida.

viernes, 17 de abril de 2009

Navegaciones



Creería que en los tristes cementerios
No descansa la humana desventura
Sino aquí: en cada día que se vive
Sin amor
Sin paz
O sin furia.

Pueda ser que la muerte sea invento
En su horror, de nuestro miedo y nuestro engaño
Del temor de estar a solas con las horas
Con nosotros
Nuestros yerros
Y cansancios.

Creería que en los solos cementerios
No se encuentra la humana desventura,
Sino aquí: entre las cosas de los hombres
Que provocan
El arribo
De sus tumbas.

Pues la muerte es tan sencilla que un día
Nos sorprende sonriendo o cavilando
Y tal cual hemos nacido: sin aviso
Nos partimos
De los ruidos
Y las manos.

martes, 3 de marzo de 2009



Aquí viene otra vez, lo estoy sintiendo ,
es como un caudal de voces ajenas que se hacen mías,
como mil caudales
que confluyen a llenar mi cauce.

Es esa energía que abarca todo
y recarga nuevamente mis baterías.

parece trivial pero es así:
la misma fuerza del cosmos
mueve nuestras efímeras vidas...
y como tantas otras noches vienen hacia mi
aullando como un lobo
con la voz de todos los dolientes aullidos,
como la suma de todas las voces nocturnas que
antes de dormir
piden un beso de alguien que no está
y sueñan un despertar feliz
tan solo para poder vivir
un día más

así es que vienen en bandadas los suspiros
y yo los recibo, les abro mis puertas,
dejo que sacudan mis cabellos
como una brisa
porque amorosamente siento
la melancólica dulzura
por la que
los corazones solitarios de este mundo
se aferran a la esperanza de -algún día-
probar el fugaz sabor
de eso
que todos llaman Felicidad.
(02-03-09)